La inteligencia artificial ha creado una nueva forma de energía: la NASA advierte que cambiará la electricidad en la Tierra

Las nuevas tecnologías, lideradas por la inteligencia artificial, están transformando radicalmente diversas industrias, y ahora están abriendo la puerta a una nueva era energética que promete marcar un antes y un después en la historia. Gracias a los avances en inteligencia artificial, se está explorando y desarrollando una amplia gama de fuentes de energía alternativas y más eficientes.

 

Un nuevo descubrimiento de la inteligencia artificial que cambiará por completo el futuro de la energía

La NASA y la startup de energía ADC Energy USA, Inc. han publicado conjuntamente una validación de una innovadora «nueva forma de energía» descubierta por inteligencia artificial que rompe con el paradigma de la conversión convencional de energía. Este avance, considerado revolucionario por sus inventores, surge tras cinco años de investigación dedicados a la «corriente directa alterna» (ADC), una tecnología energética impulsada por la inteligencia artificial.

La colaboración entre ambas entidades representa un gran logro en la transmisión de energía al eliminar las pérdidas asociadas con la conversión de corriente, un desafío significativo en la infraestructura energética tradicional. Este enfoque innovador promete una mayor eficiencia en la generación, distribución y consumo de energía, lo que podría tener un impacto transformador en múltiples sectores.

Según Henry Lee, CEO de ADC USA, los resultados de este extenso esfuerzo de varios años tendrán un alcance «profundo» para la sociedad, ya que pueden ahorrar millones de megavatios hora en redes eléctricas de todo el planeta. Este avance no solo representa un cambio significativo en la eficiencia energética, sino que también tiene el potencial de transformar la forma en que se generan, distribuyen y consumen energía a nivel global.

¿Cuál es el impacto que tendrá a nivel global?

El potencial de la tecnología ADC para abordar los desafíos de las fuentes de energía renovable actuales representa un avance hacia un sistema energético más resiliente, eficiente y sostenible. Su impacto podría ser fundamental para acelerar la adopción de energías limpias y reducir la dependencia de los combustibles fósiles en el futuro.

La tecnología ADC representa una solución prometedora a estos desafíos al mejorar la eficiencia en la transmisión y distribución de energía, lo que puede ayudar a estabilizar las redes eléctricas y maximizar el aprovechamiento de fuentes renovables. Al reducir las pérdidas asociadas con la conversión de corriente, esta innovación puede mejorar la integración de energía solar y eólica en la red, proporcionando una fuente de energía más confiable y constante.

Los inversores utilizados actualmente, dispositivos que convierten la corriente continua (DC) en corriente alterna (AC), son cruciales en este proceso. Un inversor con una eficiencia máxima del 95% puede experimentar pérdidas de hasta el 30% si no se optimizan adecuadamente todos los parámetros.

Bajo condiciones como iluminar una sola bombilla por la noche, su eficiencia puede disminuir hasta un 5%. La eficiencia de los inversores es fundamental para garantizar un rendimiento óptimo y minimizar las pérdidas en el proceso de conversión de corriente.

¿Este proyecto está apto para una rápida comercialización?

Si esta tecnología funciona como afirman sus inventores, podríamos estar al borde de una revolución energética gracias al enorme ahorro que promete. Habrá que ver si todo esto se materializa en una solución comercial real que se pueda extender realmente por todo el globo. Sin embargo, si los resultados son consistentes con las expectativas, estaríamos un paso más cerca de un futuro donde la energía limpia y renovable sea la norma y no la excepción.

Esto no solo beneficiaría al medio ambiente al reducir los emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también mejoraría la seguridad energética y fomentaría el desarrollo sostenible a nivel global. En definitiva, este avance podría marcar un hito en la historia de la humanidad, allanando el camino hacia un mundo más limpio, eficiente y equitativo para las generaciones futuras.

 

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