El regulador brasileño de electricidad, Aneel, estableció una rutina de monitoreo para verificar información sobre incidentes asociados a activos energéticos luego de que se registraran posibles casos de sabotaje.
Al menos tres torres de transmisión colapsaron el 8 y 9 de enero, según la Aneel y el Ministerio de Minas y Energía (MME). Estas forman parte de la línea de transmisión Samuel/Ariquemes, el enlace de corriente continua Foz/Ibiúna y el enlace Coletora Porto Velho Araraquara 2-Polo 3.
Partidarios radicales del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron y causaron destrozos en la Corte Suprema, el Palacio Presidencial y el Congreso el 8 de enero.
En cuanto a la línea Samuel/Ariquemes de Rondônia, la unidad Eletronorte de Eletrobras encontró evidencia de sabotaje, pero las reparaciones deberían estar terminadas la noche del miércoles.
Furnas y Evoltz, de Eletrobras, responsables de Foz/Ibiúna (Paraná) y Porto Velho Araraquara 2-Polo 3 (Rondônia), respectivamente, también encontraron indicios de sabotaje.
El sindicato de trabajadores petroleros FUP advirtió al gobierno y a la petrolera estatal Petrobras de posibles ataques a infraestructura eléctrica y a refinerías en todo el país.
Según FUP, los ataques fueron anunciados a través de redes sociales y tenían como objetivo cortar el suministro de combustible para generar malestar en la población. La refinería Duque de Caxias (Reduc) en Río de Janeiro fue identificada como primer objetivo.
BN