Retiro total del parque carboeléctrico en Chile demandará US$30.000mn

Investigadores chilenos lanzaron un proyecto de monitoreo de emisiones de gases de efecto invernadero con miras a obtener datos oportunos que respalden las decisiones en materia de cumplimiento de metas de neutralidad en carbono dentro del gobierno y la industria.

Chile se comprometió a lograr emisiones netas cero para 2050, objetivo que implicará principalmente asegurar inversiones en las esferas de electrificación del transporte, eficiencia energética y generación, transmisión y almacenamiento de electricidad.

Actualmente, el país no cuenta con una fuente oficial centralizada que acredite el cumplimiento de los compromisos de emisiones.

Las estimaciones anuales del inventario de emisiones de gases de efecto invernadero tienen un retraso de 2 a 4 años y los datos de balance de energía son de dos años atrás, períodos que el proyecto Observatorio de Carbono Neutralidad está trabajando para reducir a un año.

Los retrasos en la obtención de datos traen consecuencias, señala Rodrigo Palma, integrante del proyecto y director del Centro de Energía de la Universidad de Chile. El Centro de Energía formó el observatorio en asociación con el organismo de investigación climática (CR)2, con apoyo financiero de Scotiabank y con el patrocinio de la cámara local Generadoras de Chile y el Ministerio de Energía.

Palma declaró en la conferencia inaugural: “Tenemos todavía desfases importantes en distintos aspectos, en los inventarios de gases de efecto invernadero, en los balances de energía que, sin duda, generan incertidumbre y no permiten reaccionar oportunamente al tremendo desafío que tenemos por delante”.

Agregó que esta situación “implica dificultades de monitoreo y seguimiento de la evolución de las emisiones”. Las advertencias oportunas sobre una desviación de las metas permitirían acciones correctivas tempranas, puntualizó.

El observatorio está buscando ahora conseguir apoyo financiero para un proyecto de continuación.

PRONÓSTICOS

Las estimaciones del observatorio señalan que las emisiones de CO2 equivalente en Chile tenderán a la baja de aquí a 2050, pero seguirán siendo más altas que las proyecciones oficiales de contribuciones determinadas a nivel nacional.

Para 2030, los investigadores prevén emisiones de CO2 equivalente de 103 millones de toneladas (Mt), por encima de la meta nacional oficial de 95Mt para ese año.

Un desafío importante es desacoplar al sector del transporte —que representa alrededor de un tercio de las emisiones— del uso de combustibles fósiles. Para apoyar la transición, el gobierno anterior lanzó el año pasado una estrategia nacional de electromovilidad que prohibiría la venta de vehículos ligeros y medianos con motor de combustión interna y maquinaria móvil a partir de 2035, incluidos buses y taxis. El hidrógeno verde se considera una solución para la descarbonización de los vehículos pesados y camiones de acarreo en la minería.

Se estima que las emisiones anuales del transporte fluctuarán en torno a los 31Mt hacia 2050, mientras que las del sector energético mostrarán una tendencia descendente y llegarán a 3,4Mt, respecto de los 28,1Mt previstos para este año.

Palma añadió: “El sector del transporte requiere cambios brutales de reconversión hacia vehículos, en particular, eléctricos o transformación a hidrógeno. En todo el mundo se requieren inversiones. La eficiencia energética es otra de las grandes herramientas, y el uso del hidrógeno en la industria”.

Haciendo eco de los comentarios de otros expositores, Palma agregó que la protección del ambiente es una parte fundamental del gran desafío que viene.

GENERACIÓN ELÉCTRICA

En este contexto, en el segmento de generación, Chile tiene innumerables oportunidades en los próximos años. Según representantes de la industria, son necesarias condiciones favorables en áreas como permisos, infraestructura de transmisión, gestión del operador del sistema, normatividad y seguridad de sitios de proyectos.

Las generadoras eléctricas en Chile están retirando gradualmente su parque de 28 centrales a carbón, lo que equivale de 5GW de capacidad que se debe sustituir.

De manera de conseguir los 15GW de potencia solar y eólica que se necesitarían para remplazar la generación a carbón, es necesario desembolsar unos US$20.000 millones, además de otros US$10.000 millones para obras de transmisión y almacenamiento energético, según información que obtuvo BNamericas.

“US$30.000 millones sería la suma muy aproximada de inversión requerida solo para el retiro del carbón”, manifestó Claudio Seebach, presidente ejecutivo de Generadoras de Chile. “Si ahora además consideras el aumento de la demanda debido al crecimiento económico y el aumento de la tasa de electrificación, eso será adicional”.

Generadoras de Chile y la cámara de energías renovables Acera recalcaron recientemente la importancia de condiciones y señales que respalden la inversión sostenida en el sector.

“Se deben dar señales claras para la inversión que el sector de energía debe tener para avanzar en los desafíos que hemos consensuado: descarbonización del sector de energía, más renovables, electrificación, más sistemas de almacenamiento y tecnologías, y una operación del sistema segura y a la vez económicamente eficiente, sumado al desafío territorial y comunitario para la instalación de proyectos de generación, transmisión y modernización de la distribución con participación de los consumidores”, dijo a BNamericas Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de Acera, en una entrevista reciente.

 

BN