Este estudio internacional explica cómo China puede lograr la neutralidad de carbono en 2060

Barcelona.- Un estudio internacional, con participación de científicos españoles, ha desarrollado un método para establecer la estrategia óptima que debería seguir China para lograr la neutralidad de carbono en 2060, con la energía fotovoltaica y eólica. En el estudio han participado científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

China se ha marcado como meta alcanzar su punto máximo de emisiones de dióxido de carbono en 2030 y a partir de ahí reducir las emisiones hasta llegar a la neutralidad en el año 2060.

La neutralidad se consigue cuando se emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira por distintas vías, lo que deja un balance cero. Para conseguirlo, China necesita aumentar la energía fotovoltaica y eólica hasta 10-15 petavatios hora (PWh) en 2060.

Sin embargo, según las tasas históricas de instalación, un reciente modelo de alta resolución del sistema energético y las previsiones basadas en el 14º Programa Quinquenal de Desarrollo Energético de China (CFED), la capacidad del gigante asiático de producción de energía no dependiente de combustibles fósiles aumentará sólo hasta un máximo de 9.5 PWh año para 2060.

Un trabajo internacional con participación del investigador del CSIC Josep Peñuelas y el científico de CREAF Jordi Sardans, publicado en la revista Nature, indica la estrategia óptima para que China consiga efectivamente llegar a la neutralidad de carbono en el año 2060. El estudio, dirigido por el investigador de la Universidad de Fudan, China, Rong Wang, ofrece un método que tiene en cuenta diferentes variables y su combinación para poder llegar al objetivo.

Incluye variables como la localización óptima de nuevas plantas fotovoltaicas y turbinas eólicas, los patrones estacionales, las horas de viento y de luz solar disponible, el plazo de construcción de nuevas plantas y líneas de transmisión de electricidad, la modernización de la tecnología, la ratio de aprendizaje del personal técnico, el almacenamiento de energía, los costes y la inversión necesaria, entre otras.

Los autores explican que, optimizando individualmente el despliegue de 3,844 nuevas centrales fotovoltaicas y eólicas a escala comercial, coordinadas con la ampliación de la transmisión de ultra-alta tensión y el almacenamiento de energía, y teniendo en cuenta la flexibilidad de la carga eléctrica y la dinámica de aprendizaje, China puede aumentar su capacidad de energía fotovoltaica y eólica hasta los 15 PWh-año (petawatios hora-año) en 2060, potencia que permitiría llegar a la neutralidad de carbono. Asimismo, conseguiría abaratar el coste medio de reducción de una tonelada de dióxido de carbono (tCO 2 ) de 97 a 6 dólares.

Para ello, el gobierno chino debe aumentar la inversión en energías limpias, optimizar las cargas de energía y reforzar la construcción de instalaciones de transporte y almacenaje, como las líneas de transmisión de ultra alta tensión de largo alcance y las centrales hidroeléctricas de bombeo.

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