Meta de expansión de 4.000km obliga a sector de transmisión a apurar el tranco

Un papel más preponderante del Estado, el desarrollo acelerado de proyectos y mayores incentivos regulatorios son las fórmulas que el ministro de Energía de Chile, Diego Pardow, plantea para el sector de transmisión eléctrica.

Destacando la importancia del trabajo regulatorio, el funcionario agregó que «el Estado tiene que seguramente hacer más de lo que hace hoy día, que es simplemente licitar las obras de transmisión».

«Tiene que asumir una parte de la responsabilidad que tiene para desplegar estas obras de infraestructura».

 

Según estimaciones oficiales, para alcanzar sus objetivos de descarbonización a 2050, Chile necesitará sumar 4.000km de líneas nuevas en los próximos años para expandir la red actual, de aproximadamente 30.000km.

En el país, el sector privado es el que construye y opera las líneas de transmisión bajo concesiones indefinidas.

En cuanto a la velocidad de despliegue de la infraestructura requerida, «el tamaño de este desafío es bien grande», indicó Pardow en una conferencia sobre transmisión organizada conjuntamente por Acenor, asociación chilena de clientes eléctricos no regulados, y Clapes UC, centro de política económica y social de la Universidad Católica.

«Cuando vemos la meta de 4.000km esto significa que tenemos que encontrar maneras de hacerlo más rápido, al menos en lo que se refiere a estas grandes obras de transmisión», manifestó Pardow.

Las autoridades de gobierno y los reguladores ya se han sentado a analizar la planificación del sector de transmisión y explorar posibles ajustes.

El director ejecutivo de Acenor, Javier Bustos, destacó la importancia de lograr una expansión de la red que sea positiva en cuanto a costo-beneficio y buena para el país en su conjunto.

La transmisión es un tema candente hoy en día en la industria eléctrica local, donde el incremento de la capacidad instalada renovable, como ocurre en muchos otros países, avanza a ritmo mayor que la expansión de infraestructura de red, lo que ha creado problemas como el desacople de precios y vertimientos de electricidad.

La mayor parte de las líneas de transmisión en Chile están conectadas a una red conformada principalmente por centrales convencionales, que funcionan con gas natural y se ubican generalmente cerca de los centros de consumo. Por el contrario, las plantas renovables se han venido multiplicado en zonas distantes de donde se necesita y se comercializa gran parte de la energía.

Hay en construcción unos 590km de infraestructura de transmisión y otros 683km se encuentran en evaluación ambiental, según el informe de proyectos correspondiente a marzo publicado por el Ministerio de Energía.

El mes pasado, el Ministerio de Energía dio a conocer 10 medidas de corto y mediano plazo asociadas a la segunda fase inicial de su plan de transición energética. Estas primeras medidas se enmarcan en cuatro áreas principales: promoción del almacenamiento energético, mitigación del riesgos para proveedores, flexibilidad operativa, y acciones normativas y regulatorias y obras urgentes.

Una iniciativa para agilizar el desarrollo implica ajustar las reglas que rigen la subasta de proyectos de expansión de infraestructura de transmisión. Las autoridades están preparando un proyecto de ley según el cual los propietarios, es decir, las empresas de transmisión, deberán gestionar los procesos licitatorios en lugar del coordinador de la red nacional, CEN.

Además de impulsar el desarrollo de grandes proyectos troncales —como la línea HVDC Kimal-Lo Aguirre, que debiera entrar en servicio después de 2030 y actualmente está en fase de consulta con las comunidades—, las autoridades también deberán impulsar obras más pequeñas pero relevantes, indicaron los participantes de la conferencia.

Pardow (en la foto) indicó que existe el gran desafío «de poner los incentivos correctos para que estas pequeñas obras de transmisión permita que nuestro sistema funcione de mejor manera».

Agregó que, en general, la falta de incentivos adecuados está trabando la inversión en el sector y los beneficios para la sociedad de las obras de transmisión no han sido suficientemente dimensionados o promovidos.

En cuanto al almacenamiento energético, el ministro se refiere a la lógica tras el despliegue acelerado de dichos sistemas. Los sistemas de almacenamiento se consideran parte de la solución a corto y largo plazo, pues permiten que las plantas renovables almacenen energía durante el día y la inyecten en horarios sin luz solar, lo que reduce el riesgo de congestión de transmisión y aprovecha los precios spot más altos.

BN