El Gobierno alemán presenta un plan de incentivos para impulsar la energía eólica

(MUNDO) Alemania prevé cerrar su última central nuclear en 2022, y abandonar el uso del carbón en 2038.

Sin embargo, su estrategia para conseguir que dentro de diez años, el 65% de la generación eléctrica provenga de fuentes limpias, no avanza al ritmo deseado por el Gobierno.

El último obstáculo es la resistencia que tanto particulares como muchos ayuntamientos tienen para facilitar la instalación de nuevos parques eólicos terrestres.

Además de los problemas legales con los permisos, los pequeños propietarios temen que sus fincas puedan perder valor con una gigantesca turbina junto a sus casas.

Para vencer sus reticencias, el Ministerio de Economía y Energía alemán ha presentado un plan para que los operadores paguen a los ayuntamientos 0,20 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh) producido.

En el caso de los particulares, se estudia un suministro eléctrico con una tarifa reducida que podría suponer un ahorro de unos 200 euros anuales en cada hogar.

El tiempo apremia, la incertidumbre pone en peligro uno de los objetivos estratégicos del país.

EURONEWS