Argentina se consolida como líder en energías renovables

(ARGENTINA) El futuro está en las energías renovables. Los precios del petróleo y la creciente preocupación por el calentamiento global impulsan nuevas iniciativas. Generar combustibles a partir del cultivo de cereales y oleaginosas se ha convertido en la respuesta. Así lo han entendido los argentinos.

El país austral ha destacado por colocarse a la vanguardia de la naciente pero promisoria industria de los biocombustibles. El gobierno, las empresas, las universidades, los investigadores: todos los sectores se han unido a esta cruzada.

El maíz como fuente

A la par del desarrollo de tecnologías para el mejoramiento vegetal, se trabaja en el desarrollo de alternativas energéticas. Especialistas argentinos investigan las características del grano y de los componentes de la biomasa de maíz que inciden sobre los rendimientos teóricos de bioetanol.

El estudio es coordinado por la Unidad Integrada del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Balcarce. Se apoya con expertos de la Universidad de Buenos Aires y la Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires.

Guillermo Eyherabide es el  coordinador del Programa Nacional Cereales y Oleaginosas del INTA Pergamino. Destacó el potencial de la Argentina en materia de producción de bioetanol a partir de maíz. “Es una realidad que consume más de un millón de toneladas anuales», explica. Adicionalmente, agrega valor y genera nuevos empleos. Al mismo tiempo, disminuye la necesidad de importaciones de combustibles líquidos para vehículos y maquinarias.

La industria de biocombustibles líquidos emplea como materia prima granos de maíz. Éstos son obtenidos a partir de cultivares híbridos. Se los escoge por su alta productividad de grano por hectárea y tolerancia a factores de estrés, tanto biótico como abiótico. “Pero, hasta ahora, no se seleccionaron específicamente para usos energéticos”, advirtió Eyherabide.

Alto potencial

El técnico insistió en la importancia de analizar el potencial del cultivo para la producción de bioetanol. Se debe “ampliar el grado de conocimiento sobre cuáles serían los caracteres más relevantes, su matriz de correlaciones genéticas, la predictibilidad del rendimiento de etanol de los híbridos en base a las características de sus líneas progenitoras”.

De acuerdo con el investigador, contar con esta información permitiría definir un ideotipo de maíz destinado a producción de etanol. Así estaría más ajustado a las condiciones locales. Simultáneamente, contribuiría a tomar mejores decisiones en los programas de mejoramiento de la industria semillera.

Estos avances posibilitarían el desarrollo de una nueva generación de cultivares especialmente desarrollados para el mercado de biocombustibles líquidos. Lo más importantes, es que ello no irá en desmedro de sus buenas características de alta producción de grano por hectárea, argumentó Eyherabide.

Santa Fe apuesta a la iniciativa del transporte urbano

Argentina apuesta alto a las energía limpias. Trabaja en distintos campos, en todo el territorio nacional. En noviembre, la ciudad de Rosario puso en circulación el primer colectivo solar del país. Esta iniciativa forma parte de un proyecto ligado al transporte urbano. También incluye a sectores productivos vinculados al biodiesel y bioetanol.

Santa Fe también se convertirá en la primera provincia en lanzar una licitación de energías renovables. A través de dos pliegos que irán en paralelo -uno destinado a la zona noroeste y otro al sur- se buscarán activar inversiones por 60 millones de dólares. El monto estará distribuido en diez proyectos. Totalizarán 50 MW de potencia (un 5% de lo que la Empresa Provincial de la Energía -EPE- distribuye a lo largo y ancho de la nación).

Las zonas elegidas no son fruto de la casualidad. Se trata de áreas en las cuales se ha observado algunas deficiencias en el servicio. Por ello, se entiende que el refuerzo que le puedan brindar los paneles solares y los aerogeneradores son mayores.

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