Colombia prepara nuevas regulaciones para la electromovilidad y el almacenamiento en baterías como parte de esfuerzos para garantizar un cambio continuo hacia una economía baja en carbono, según un alto funcionario del sector energético.
El regulador sectorial CREG también ha priorizado la modernización del mercado mayorista de energía y una revisión del código de red para incorporar nuevas tecnologías.
“El modelo regulatorio en la transición energética debe estar impulsado al cumplimiento de objetivos en la prestación del servicio: seguridad, asequibilidad y sostenibilidad”, dijo José Prada, comisionado del organismo de control, durante el congreso CCEnergía que se celebra en Bogotá.
La autoridad agregó que los intentos por atraer inversiones en nuevas tecnologías deben estar en «armonía» con las políticas existentes y alentar «una participación más activa de los usuarios».
En lo que va del año, CREG ha emitido resoluciones relacionadas con solicitudes de conexión a la red, reglas de autogeneración que permitan la venta de excedentes de energía y provisiones del sistema de almacenamiento.
Se espera que la capacidad instalada de Colombia a partir de energía renovable no convencional —a saber, energía eólica y solar— alcance al menos 2.500MW para el primer trimestre del próximo año, frente a los 1.000MW actuales.
Pero el plan de diversificación debe estar respaldado por un marco regulatorio sólido que priorice la seguridad energética y mitigue los efectos del cambio climático, según Prada.
“Debemos garantizar que el servicio de energía se pueda prestar sin comprometer los estándares de confiabilidad y la calidad del servicio que hemos alcanzado durante estos años”, indicó.