El avance de la energía solar crea electricidad a partir de la luz invisible

(E&MA) Dos grandes avances en la tecnología de celdas solares podrían mejorar enormemente la forma en que se cosecha la energía del sol.

Los dos estudios, publicados en Nature Energy y Nature Photonics, darán eficiencia y reducirán significativamente el costo de producción de las celdas solares, dicen los científicos.

El primer avance consiste en «convertir» la luz de baja energía y no visible en luz de alta energía para generar más electricidad a partir de la misma cantidad de luz solar.

Investigadores de la Universidad RMIT y la Universidad UNSW en Australia y la Universidad de Kentucky en los EE.UU. descubrieron que el oxígeno podría utilizarse para transferir la luz de baja energía en moléculas que pueden ser convertidas en electricidad.

«La energía del sol no es sólo luz visible. El espectro es amplio, incluyendo la luz infrarroja que nos da calor y la luz ultravioleta que puede quemar nuestra piel», dijo el Profesor Tim Schmidt de UNSW Sydney.

«La mayoría de las celdas solares… están hechas de silicio, que no puede responder a la luz menos energética que el infrarrojo cercano. Esto significa que algunas partes del espectro de luz no son utilizadas por muchos de nuestros dispositivos y tecnologías actuales.»

La técnica implica el uso de diminutos semiconductores conocidos como puntos cuánticos para absorber la luz de baja energía y convertirla en luz visible para capturar la energía.

El segundo avance utiliza un tipo de material llamado perovskitas para crear módulos solares de próxima generación que son más eficientes y estables que las actuales células solares comerciales hechas de silicio.

Las celdas solares de perovskitas también son más baratas de producir, además de ser flexibles y ligeras. Hasta ahora, el principal problema con el material es que es difícil de escalar para crear paneles solares de varios metros de longitud.

«La ampliación es muy exigente», dijo el Dr. Luis Ono, co-autor del estudio. «Cualquier defecto en el material se hace más pronunciado por lo que se necesitan materiales de alta calidad y mejores técnicas de fabricación.»

Un nuevo enfoque utiliza múltiples capas para evitar que se pierda energía o que se filtren sustancias químicas tóxicas a medida que se degrada.

Un módulo de 22,4 cm. alcanzó una eficiencia del 16,6% -una eficiencia muy alta para un módulo de ese tamaño- y mantiene un alto nivel de rendimiento incluso después de 2.000 horas de uso constante.

Los investigadores planean ahora probar sus técnicas en módulos solares más grandes, con la esperanza de comercializar la tecnología en el futuro.

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