Nuevos compromisos climáticos impulsarán sector renovable de Chile

(CHILE) Las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) de Chile actualizadas conforme el Acuerdo Climático de París incluyen nuevas metas cuantificables para los sectores de energía, construcción y transporte.

Según las nuevas metas, el país avanzará más rápido hacia una matriz energética más limpia, mientras que más sectores utilizarán energía eléctrica en lugar de combustibles fósiles.

Los objetivos mantienen el compromiso de retirar todas las centrales a carbón para 2040. El carbón representó el 37% de la generación total de energía en 2019, más que cualquier otra tecnología. La mayor parte de la capacidad retirada se reemplazará con energía renovable.

Muchas de las metas energéticas del país consideran el uso de más energía eléctrica para calefacción, transporte e industrias, entre otros usos, por lo que el plan para dejar de usar carbón es clave porque la matriz energética debe ser lo más limpia posible para que Chile cumpla con sus objetivos de emisiones. El gobierno espera que el 70% de la generación provenga de plantas renovables no convencionales para 2030.

El transporte público sería 100% eléctrico para 2040 y la flota de taxis, para 2050, mientras que la meta para vehículos privados es de 58% para ese año.

En minería, el 52% de los vehículos de la industria no cuprera deberían ser eléctricos para 2050, el 56% de los vehículos de minas de cobre a cielo abierto y el 74% de aquellos usados en faenas subterráneas. Además, el 56% de la flota vehicular del sector comercial sería eléctrica para 2050.

HIDRÓGENO

La gran actualización en el nuevo plan se relaciona con un compromiso por una producción y un consumo de hidrógeno ecológico.

El plan considera el uso de hidrógeno verde en el 71% del transporte de carga, en el 12% del transporte de los sectores industrial y minero, el 7% del consumo de energía residencial y el 2% del consumo bruto de energía por parte del sector industrial para 2050.

Como BNamericas informó anteriormente, una gran barrera para el avance de la industria del hidrógeno es su alto costo, particularmente en comparación con el diésel. Según el gobierno, el hidrógeno sería localmente competitivo en costos para 2030.

Sin embargo, Chile está en una posición única para desarrollar una industria local de hidrógeno, según Rodrigo Vásquez, asesor del programa de energías renovables y eficiencia energética de la agencia alemana de cooperación internacional GIZ. En el norte del país abundan las energías renovables económicas, los potenciales centros de consumo en la industria minera y las redes de transporte.

Además, los recursos hídricos necesarios pueden generarse a través de la desalinización, dijo Vásquez durante un seminario web organizado por la cámara de la industria chileno-alemana Camchal.

«Tenemos energías renovables más baratas que en cualquier otra parte del mundo», dijo Vásquez. » Esa es la clave de por qué Chile debería ser un polo de desarrollo». Según el experto, entre el 70% y el 80% del costo final del hidrógeno ecológico se relaciona con la necesidad de producir la energía. Por lo tanto, una generación renovable asequible es vital para la competitividad del hidrógeno.

Sin embargo, Vásquez se refería a los precios de la electricidad adjudicados en licitaciones de suministro, que han caído de manera sostenida, no para los usuarios finales, que siguen siendo relativamente altos.

Debido a la caída de los costos entre las generadoras renovables, las fuentes renovables han reducido los precios y dominado en estas licitaciones de suministro. Incluso en dos de las últimas tres licitaciones, las energías renovables representaron el 100% de los proyectos adjudicados.

BNamericas con datos de CNE.

Dado que este suministro se materializa en el sistema regulado solo cinco años después de la adjudicación, apenas tiene un impacto pausado sobre los precios de los usuarios finales. Sin embargo, los proyectos de 2017 podrían volverse financieramente viables debido a los bajísimos precios de la energía, mientras que los costos de construcción de plantas renovables han caído desde entonces. El valor de los paneles solares, por ejemplo, se redujo 13,6% en 2019, según un estudio del Ministerio de Energía.

Las reglas de libre mercado de Chile para la contratación de electricidad y potencia permitirían que una compañía productora de hidrógeno pudiera contratar suministro renovable directamente de una generadora en el mercado no regulado, asegurando condiciones óptimas para sus operaciones.

El hidrógeno es un combustible de alta densidad energética y, por lo tanto, puede utilizarse cuando no basta la energía eléctrica, por ejemplo, en vehículos pesados, aviones o en cualquier caso en que se requiera una gran autonomía y un vehículo que no tenga capacidad para baterías pesadas que requieren espacio.

Sin embargo, para reducir las emisiones a través del uso de hidrógeno, el combustible debe producirse con energía limpia en un proceso llamado electrólisis, en que el componente de hidrógeno se separa de la molécula de agua mediante energía eléctrica. Aún así, los motores de combustión podrían adaptarse fácilmente para funcionar con hidrógeno como combustible secundario o principal.

AVANCES EN RENOVABLES

Chile ha incorporado capacidad renovable de manera sostenida durante la última década. Mientras que en 2011 solo se pusieron en marcha 90MW de capacidad renovable, en 2017 se agregaron 1.179MW y en 2018, 775MW. La mayoría de las incorporaciones de los últimos años fueron proyectos solares, seguidos de los eólicos.

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