Geotermia: concesiones de explotación vigentes en Chile totalizan más de 43.000 hectáreas

(CHILE) Así lo indica el reporte ERNC de marzo que elabora la Comisión Nacional de Energía, donde se indican siete permisos en las zonas norte y sur del país.

Un total de 43.305 hectáreas totalizan las siete concesiones de explotación de energía geotérmica vigentes en el país, las cuales se ubican en las regiones de Antofagasta, Maule, La Araucanía, Biobío y O’Higgins, de acuerdo con los datos del Reporte ERNC de marzo que elabora la Comisión Nacional de Energía (CNE).

Geotérmica del Norte S.A. tiene tres concesiones de explotación en la Provincia del Loa, en la Región de Antofagasta: Apachate, de 8.100 hectáreas de superficie, en la comuna de Ollagüe; El Tatio, de 1.280 hectáreas, en la comuna de Calama, y La Torta, de 3.000 hectáreas en las comunas de Calama-San Pedro de Atacama.

Titulares

La Compañía de Energía Limitada Enerco es la que posee la concesión Laguna del Maule, en las comunas de San Clemente Colbún, con 4.000 hectáreas de superficie, mientras que la Compañía Minera Santa Inés de Collahuasi tiene la concesión de Olca, en las comunas de Pica- Ollagüe, en las regiones de Tarapacá-Antofagasta, con 2.500 hectáreas.

Las otras concesiones son las de la Compañía de Energía SPA, con Pellado, en las comunas de San Clemente-Colbún, en la Región del Maule, donde se ubica la superficie de explotación más grande del país, con 16.000 hectáreas, además de Transmark Chile y la concesión de Peumayén en las comunas de Quilaco-Curacautín, en las regiones de Biobío-La Araucanía, con 2.250 hectáreas, y la concesión de Tinguiririca, a manos de Energía Andina, en la comuna de San Fernando, en la Región de O’Higgins, con 6.175 hectáreas.

Según la CNE, una concesión geotérmica de explotación es aquella «que confiere el derecho a utilizar y aprovechar la energía geotérmica que exista dentro de sus límites, incluyendo la realización de actividades de perforación,construcción, puesta en marcha y operación de una central geotérmica, con una vigencia indefinida y está amparada mediante el cumplimiento de las obligaciones establecidas para el concesionario en el decreto de concesión y el pago de una patente anual».

REVISTA EI