Coronavirus revivió temores y advierten primera baja en demanda de petróleo en más de 10 años

(MUNDO) Ayer los mercados globales abrieron con fuertes pérdidas, aunque se moderaron con el paso de las horas. Con todo, el peso chileno fue la moneda que anotó la mayor caída frente al dólar, al cerrar en $795,96. En tanto, un informe publicado por la Agencia Internacional de Energía muestra un mal panorama para el crudo.

El explosivo incremento de 15.000 nuevos contagiados, luego que Beijing modificara la metodología para contabilizarlos, revivió ayer los temores en los mercados internacionales, hizo escalar fuerte al dólar contra el peso chileno. Esto, a la vez que laAgencia Internacional de Energía (AIE) realizó un fuerte recorte a las perspectivas para el petróleo.

Así, con fuertes bajas en las bolsas asiáticas partió la jornada en los mercados, luego de que se conociera el nuevo cálculo de los contagiados de coronavirus. Sin embargo, durante la sesión las caídas se moderaron. En Europa, el índice Euro SToxx 50 perdió 0,2%, mientras que en EEUU el Dow Jones cayó 0,16%, en tanto el S&P 500 subió 0,09%.

“Hay renovadas preocupaciones sobre la dinámica del coronavirus”, dijo a The Wall Street Journal James McCormick, estratega de NatWest Markets. “Luego de tener varios días de relativa calma, esto una especie de llamada de alerta respecto de que este proceso posiblemente continuará por más tiempo”, agregó.

De hecho, en el mercado indican que los inversionistas se habían mostrado confiados, a medida que los nuevos casos de contagiados parecían ir bajando, lo que cambió con las noticias de ayer. En tanto, en Chile también se sintieron los efectos de este nuevo escenario, en particular en el peso chileno, que fue la moneda más depreciada en la jornada al caer $5,33 frente al dólar, divisa que cerró la sesión en $795,96.

Crudo

China fue responsable de un tercio del crecimiento de la demanda de petróleo en 2019. En ese marco, no extraña que las medidas para evitar la propagación del coronavirus (Covid-19), hayan perpetrado un duro golpe a las perspectivas del crudo.

La inconclusa emergencia desatada el 20 de enero, no solo ha llevado a un retroceso en los precios del WTI y Brent, de 12% y 13%, respectivamente, sino que además estaría conduciendo a la primera reducción trimestral de la demanda global de crudo en más de 10 años.

La AIE, uno de los principales supervisores de la industria, pronosticó específicamente una caída interanual de 435.000 de barriles por día para el período enero-marzo de 2020, descenso no visto desde la crisis financiera. Adicionalmente, aplicaron un recorte de 30% para el año en su conjunto, equivalente a 365,000 barriles por día menos.

Los expertos esperan un impacto de mucho mayor envergadura a lo vivido con el Sars, considerando no sólo que la demanda creció a 13.700 millones de barriles al día, sino que también por el hecho de que el país hoy es un actor “fundamental para las cadenas de suministro mundiales”.

De esta manera, la AIE consignan que “la demanda mundial de petróleo se ha visto muy afectada por el nuevo coronavirus y el cierre generalizado de la economía de China. La crisis está en curso y en esta etapa es difícil ser preciso sobre el impacto”. En tanto, de acuerdo con los últimos cálculos de la Opep -informados el miércoles-, la demanda global de crudo será de 990.000 barriles diarios, proyección inferior a los 1,2 millones contemplado en enero.

Pese a esto y a las presiones de Arabia Saudita, por el momento la Opep no ha llegado a un acuerdo para reducir la oferta y evitar que el coronavirus siga arrastrando el precio del crudo. Asimismo, ayer un vocero del gobierno de Rusia, informó que el Kremlin no ha determinado tomar acciones, agregando que establecerá su posición de manera “oportuna”.

Con todo, ayer el se observaron repuntes tanto en el WTI, de 1% a US$56,38 el barril, como en el Brent, de 0,6% cerrando el día en US$51,47. “Los mercados petroleros han descontado el peor de los casos y podrían mostrar más resistencia, siempre que los casos fuera de China no se disparen”, señala a Bloomberg Rebecca Babin, analista de CIBC Private Wealth Management.

 

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