El Salvador redujo a la mitad la generación de energía con petróleo en la última década

(MUNDO) El Salvador depende cada vez menos del petróleo para generar su energía. Según datos de la Unidad de Transacciones (UT) del sistema eléctrico, este recurso se ha reducido a la mitad en los últimos diez años, ya que sus inyecciones a la red han pasado de representar un 40.4 % de la matriz energética en noviembre de 2010 a solo 19.43 % en noviembre de 2019.

La reducción se debe a la incorporación de nuevas fuentes energéticas como la biomasa (a través del bagazo de la caña) y la solar que, a pesar de tener juntas un porcentaje menor al 10%, han logrado restar participación de la fuente térmica, por la que se paga más dinero.

Además, el país ha aumentado las importaciones de energía, sobre todo desde Guatemala, lo que también ha incidido en que necesite menos del petróleo para generarla.

El resultado de esta disminución se traduce en un mejor precio para los consumidores, y según las estadísticas de la UT, hace diez años, cuando la fuente térmica era importante en la matriz energética, el precio promedio mensual del megavatio hora (MWh) era de $139.17. Ahora que el consumo es menos, el precio se ha reducido a $81.31 el MWh a noviembre de 2019 y se proyectan más reducciones cuando en 2021 entre en funcionamiento la planta de gas natural Energía del Pacífico, en Acajutla.

En El Salvador funcionan actualmente 11 plantas térmicas y dos de diésel que juntas produjeron, hasta noviembre de 2019, un total de 104.74 Gigavatios/ hora (GWh) de energía.

Su principal materia prima es el petróleo que se importa periódicamente al país y cuyo precio fluctúa dependiendo de los vaivenes internacionales.

Durante el último Congreso de Energía organizado por la Asociación Salvadoreña de Industriales, empresarios y representantes de la gremial insistieron en la importancia de depender menos del petróleo para generar energía, sobre todo porque este año los precios internacionales estarán sujetos a cambios.

Nada menos la semana pasada, el precio del barril del petróleo subió 4 % debido a la crisis geopolítica originada entre Estados Unidos e Irán. Su precio se ubicó en $63.05 y los economistas internacionales advierten con que este puede subir si las tensiones se mantienen.

Por esa razón, la empresa privada y la anterior administración gubernamental trabajaron por diversificar la matriz energética a fin de incluir otras fuentes de energía que no dependieran del petróleo.

Las estadísticas muestran cómo el uso de energía térmica se ha reducido poco a poco dando paso a la generación con base de otras fuentes renovables, que se han convertido en una tendencia cada vez más creciente en el país.

La biomasa, por ejemplo, representó en noviembre 2019 el 5.95 % de la generación total de energía, impulsada por diferentes proyectos de plantas instaladas en al menos tres ingenios azucareros en el país.

Además, ha tomado mucha fuerza la generación de energía solar, debido a que en los últimos cinco años se han ejecutado más de cinco proyectos solares con inversiones significativas que a la fecha inyectaron 3.30 % del total de la energía en 2019.

Después están las fuentes tradicionales, como la hidroeléctrica, que a finales de 2019 tuvo una participación del 28.8 % de la inyección de energía; y la geotérmica, que se mantiene en un 21.4 %, poco variable en los últimos años.

Además, las importaciones han pasado de representar 6.6 % en 2010 a 20.8 % en 2019, un incremento que a muchos economistas representa una ventaja comercial; pero advierten que no puede convertirse en una opción permanente de consumo energético para El Salvador.

Más energía verde

Un informe del Consejo Nacional de Energía (CNE), que hace proyecciones de la situación energética hacia 2028, indica que el precio de los combustibles tenderán al alza en los próximos 10 años, por lo que el país debe buscar la diversificación de la matriz energética disminuyendo la participación de estos recursos en la matriz de generación de electricidad.

Sin embargo la institución es optimista con la entrada de la planta de gas natural de Energía del Pacífico, ya que impedirá que se requiera de más consumo de petróleo para producir energía.

“Los resultados muestran que, frente a una mayor inyección de energía para cubrir un incremento en la demanda, no se requeriría la entrada de plantas de bunker o diésel, esto debido a que la capacidad instalada por EDP de 380 MW es suficiente para cubrir el alza en la demanda para el próximo decenio”, señala el documento.

Por su parte Francisco Quintanar, gerente de energía de la ASI, promovió en el último congreso de energía la creación del Centro Regional de Energía Renovable y Eficiencia Energética de los países del SICA, para trabajar en aumentar el potencial de los proyectos de energía renovable que permitan reducir aún más la generación de energía térmica y dar paso a otras fuentes.

La meta es aumentar la capacidad instalada de la generación a través de la fuente solar, que es la que tiene mayor potencial con proyectos en camino.

“Los proyectos de autoproducción de energía a través de plantas fotovoltaicas han tenido un fuerte desarrollo, esto tiene un impacto directo en la reducción de la demanda ya que esta se ve reducida por el aumento de los usuarios finales que deciden desarrollar sus propios proyectos para autoabastecerse, por lo que es recomendable hacer estudios prospectivos de ese crecimiento de auto productores, con el fin de determinar el impacto en la demanda de energía”, señala el informe del CNE.

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