Pagar cuenta electrica con botellas y residuos reciclaves?

(EL MUNDO) Aun se recuerda en las calles de Santiago de Chile aquella época en la que pasaba a menudo algún reciclador callejero ofreciendo planta por nuestras botellas. Parece está de moda mirar el mundo en retrospectiva y postular un emprendimiento del cual vivir y a través del cual armonizar nuestra existencia con el medio ambiente.
Hoy se pretende emular la costumbre de ir a “almacén” cerca de nuestra casa con nuestra propia bolsa. En aquella época muchos las conocíamos como “mallas”. Con tal reconstruida idea se evitaría el uso de envoltorios de plásticos que generan desechos poco amistosos con el medio ambiente.
Permítanme transcribir una noticia que parece interesante, les cuenta que…”según el Banco Mundial, más de 15 millones de personas se ganan la vida recuperando material reciclable en la basura en todo el mundo. Cartoneros, pichacheros, pepenadores o buzos, según la denominación local, buscan todos los días en la basura cartón, papel, latas, plásticos, vidrios, telas y otros materiales para vender.

En el Día Mundial de la Tierra, celebrado este lunes, muchos gobiernos destacaron las iniciativas ecológicas que vienen aplicando.
Endesa Brasil lanzó el programa Ecoelce para el pago de electricidad. La empresa pesa los residuos que entrega cada persona y los valora de acuerdo con el precio de cada material en el mercado. El valor se abona a la tarjeta del cliente y, en cada facturación, el sistema resta de la factura eléctrica el bono obtenido por el reciclaje de residuos.
Pero esto es solo el comienzo. Solo se recoge 40% de materiales en Europa, siendo una de las zonas donde más se recicla. Ahora se pueden canjear botellas vacías por viajes en el transporte público en cinco ciudades a nivel mundial. Medellín tiene máquinas de reciclaje en cinco estaciones de subterráneo. En un año de operación han intercambiado 2,5 millones de envases por pasajes.
En Sidney, las botellas son el artículo más desechado, superando a las colillas de cigarrillos, y son casi la mitad de toda la basura del Estado, reciclándose solo 42%. El proyecto Envirobank puso más de 500 máquinas de recolección que devuelven crédito para el transporte público. En los pueblos de más de 500 habitantes en todo el estado se pueden intercambiar latas, botellas de plástico, cristal y cartón por dinero.
Indonesia, un archipiélago de miles de islas, es el segundo mayor contribuyente de plásticos contaminantes en los océanos después de China. Para mejorar la recolección, en abril 2018 en Suravaya, segunda ciudad del país, un programa permite a los pasajeros pagar el colectivo con botellas canjeadas en las estaciones o directamente pagando con envases vacíos. Con 20 vasos plásticos o 5 botellas se compra un boleto de dos horas. Un autobús recoge hasta 250 kg de botellas plásticas al día, 7,5 toneladas al mes.
En Estambul, el alcalde puso en marcha del programa Smart Mobile Waste, donde recolectan residuos máquinas que escanean y asignan valor de reciclado antes de triturar y clasificar el material. Pagan dos centavos de lira turca (u$s 0,003) por botellas pequeñas y cinco centavos por una de litro. Cada 28 botellas el reciclador obtiene un viaje gratuito desde la periferia al centro. Turquía es el tercer productor europeo de desechos (solo por detrás de Alemania y Francia) y es el país con la tasa más baja de reciclaje de Europa.
En Pekín, desde 2012 funcionan en el subterráneo máquinas que cargan en las tarjetas de transporte o de teléfonos móviles de los viajeros que entregan más de un envase reciclable, entre 5 y 10 céntimos de yen (entre uno y dos céntimos de dólar). La tasa de recuperación de botellas en Pekín es del 90%, de las más altas del planeta.
Todas estas iniciativas públicas, además del reciclaje en sí, buscan concienciar a la población sobre la necesidad de manejar en forma responsable los desechos para que puedan ser reaprovechados, y además promueven el uso del transporte público.

Claudio Alarcon Arriagada
Gerente General
Felval Consulting Group

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