Las experiencias en descarbonización que Chile tiene en la mira

(CHILE) La mesa de trabajo del Ministerio de Energía ha permitido conocer la experiencia de otras naciones en el cierre de centrales a carbón. Mediante distintas estrategias, Reino Unido y Alemania están impulsando la reducción de emisiones en sus territorios.

De acuerdo con las metas de la Agenda Energía 2050, para 2035, al menos el 60% de la generación energética en Chile debe provenir de fuentes de energías renovables. Para 2050, dicha generación limpia debe aumentar al menos hasta el 70% del total. Esto con la finalidad de reducir las emisiones de CO2.

Por su parte, nuestro país −que será sede de la COP 25− analiza a otras naciones para cumplir sus objetivos. Una de las instancias en las que se trabaja corresponde a la Mesa de Descarbonización Energética (MDE) dirigida por el Ministerio de Energía de Chile.

Las experiencias de Reino Unido y Alemania han sido revisadas en esta iniciativa. Cada una de las opciones plantea distintas estrategias para reducir el infecto invernadero mediante la erradicación de tecnologías basadas en la emisión de CO2.

Reino Unido

El subsecretario de Energía, Ricardo Irarrázabal, explica a ELECTRICIDAD: “La experiencia del Reino Unido en relación al proceso de descarbonización ha permitido comprender cómo se ha llevado a cabo la transición desde una matriz eléctrica que en la década del 50 representaba casi un 97% de generación de energía en base a carbón en dicho país, hacia una condición en que la participación de carbón alcanza actualmente cerca de un 5%”.

De este proceso, el Gobierno chileno destaca que ha realizado de manera paulatina, y ha comenzado por aquellas centrales de mayor antigüedad, considerando que la mayor cantidad de unidades generadoras a carbón en Reino Unido se construyeron durante la década del 70’, instalándose la última central a carbón en 1986. También es relevante la experiencia en cuanto a reconversión de centrales a carbón hacia centrales que usan biomasa.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), “el Reino Unido se prepara para una profunda descarbonización de su sistema energético. El país ha decidido reducir a la mitad sus emisiones de gas desde 1990 a 2027, hasta erradicar un 80% de las emisiones para 2050”

Según datos brindados por la misma organización internacional, el Reino Unido pasó de 549,39 toneladas métricas de CO2 emitidas en 1990 a 371,14 toneladas emitidas en 2016.

Además, de acuerdo con Javier Bustos, jefe de la división de Prospectiva y Política Energética del Ministerio de Energía, este país europeo realizó un proceso gradual de retiro de unidades de carbón mediante un impuesto específico, además de implementar la reconversión tecnológica. “En el Reino Unido, buena parte de las centrales a carbón que se han retirado, se han reconvertido al uso de biomasa forestal”.

Alemania

En el caso de Alemania, Irarrázabal señala que “la tendencia alemana de no incrementar la capacidad de generación con nuevas centrales a carbón se está gestando de manera natural por el sostenido aumento de energías renovables, particularmente eólica y solar, con un costo más competitivo que otras tecnologías. De esta manera, el aporte en energía por parte de unidades a carbón y nucleares –relevantes en las últimas décadas– ha ido disminuyendo frente al aumento en la contribución de energías renovables”.

El subsecretario concluye además que los planes de retiro de centrales deben desarrollarse considerando temas clave que se vean afectados, tales como la seguridad de suministro, mitigación climática, planificación de industrias asociadas, competitividad económica y empleo, entre otras. Finalmente, destaca la importancia de disponer de suministro de gas natural para la transición, así como interconexiones con países vecinos.

Según la AIE, entre 2007 y 2013, el país germano tomó dos importantes decisiones a nivel de políticas públicas ambientales con incidencia para las próximas décadas. En primer lugar, desde septiembre de 2010 el gobierno federal adoptó una nueva estrategia energética con miras a 2050 para reducir las emisiones de CO2. En segundo lugar, tras el accidente nuclear de la planta Fukushima Daiichi en Japón producto del terremoto de marzo de 2011, Alemania decidió acelerar la fase de cierre inmediato a sus ocho plantas nucleares más antiguas.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, en 1990 la emisión en toneladas métricas (Mt) de CO2 en Alemania era de 940,01 Mt y para 2016 fue de 732,62 Mt de CO2.

Conclusiones

El objetivo de estas revisiones, según Irarrázabal, es tener una “experiencia tangible de diferentes realidades que estuviesen experimentando procesos de retiro de generación de tecnologías específicas”.

El personero agrega que a partir de la experiencia internacional en procesos de retiro de centrales de generación en base a combustibles fósiles, particularmente de carbón, se obtienen variadas conclusiones de los respectivos procesos efectuados en los países analizados. Las siguientes conclusiones comunes se destacan como parte de la experiencia de los países que han enfrentado procesos de descarbonización:

  • Los procesos de cierre de centrales se han desarrollado de manera gradual, y se han iniciado retirando aquellas unidades generadoras más antiguas e ineficientes.
  • La gradualidad del cierre ha permitido que la reducción del empleo sea socialmente aceptable, y el efecto en los precios de la electricidad sean manejables.
  • En general la descarbonización ha ocurrido en países que cuentan con sistemas eléctricos que poseen una capacidad de generación excedentaria, por lo que no se ha visto afectada mayormente la seguridad de dichos sistemas.
  • Durante los procesos de descarbonización en los países analizados, la transición se ha facilitado con la disponibilidad de gas natural e interconexiones eléctricas internacionales. En el caso de Chile, se prevé la necesidad adicional de contar con un nivel relevante de tecnologías de almacenamiento, generación flexible y gestión de la demanda, además de la expansión del sistema de transmisión requerida para trasladar la energía de las nuevas centrales renovables hacia los centros de consumo.

REVISTA EI 

Deja una respuesta