Engie Chile: “El retraso de la línea Cardones-Polpaico nos ha impedido ser más agresivos en la búsqueda de clientes”

(CHILE) Siguiendo los lineamientos de su matriz europea, la empresa está evolucionando hacia un nuevo modelo que va más allá de la producción y venta de electricidad. Ya trajeron buses eléctricos para el Transantiago y ahora apuntan a cubrir necesidades en la gran minería y clientes industriales.“Hemos hecho evolucionar nuestro modelo organizacional en Chile”, dice Axel Leveque sobre el ajuste que Engie inició hace unos seis meses en su operación local con el objetivo de acoplarse a la decisión de su matriz de apuntar a una posición de liderazgo en la transición que vive el negocio eléctrico, que está dejando atrás el modelo tradicional de mero productor de electricidad para abarcar también la comercialización de soluciones de energía. Esto incluye productos y servicios asociados al suministro, en un proceso que avanza en paralelo con la descarbonización de sus operaciones.

El propio Leveque es protagonista de este reacomodo de fichas por parte de la firma franco-belga, pues a su rol como gerente general de Engie Energía Chile -el brazo de generación y transporte eléctrico-, sumó ahora el de CEO de Engie Chile, firma de la que dependen las áreas de negocio de tratamiento y comercialización de gas natural licuado, soluciones de electromovilidad y productos energéticos, como las baterías para almacenamiento de energía, y los servicios asociados.

“La evolución implica que otros tipos de negocios se acercan al mundo de la generación eléctrica y se vuelven conexos. Con este cambio en nuestra organización podemos buscar más sinergias entre todos los productos del portafolio de Engie para articular una solución integral que vaya más allá del contrato de abastecimiento y sea una oferta de valor que beneficie al cliente y lo atraiga”, precisa el ejecutivo.

Aunque Leveque prefiere ver el asunto desde otra perspectiva, uno de los factores que impulsan esta migración hacia nuevos esquemas comerciales es la reducción de los márgenes en el negocio eléctrico tradicional, debido a la consolidación de las energías renovables, lo que ha implicado una importante caída en el precio de la electricidad.

La semana pasada Engie dio un paso en esta diversificación, con el arribo de cien buses eléctricos que se sumaron a la flota del Transantiago y que corresponden a este diseño “empaquetado” que están implementando. Además de financiar los vehículos y suministrar la electricidad que consumirán, también vendieron los equipos para la red de carga que requieren, la que fue instalada y será mantenida por otra empresa de su propiedad. “Hubiese sido mucho más difícil vender los productos en forma separada que de esta forma integral”, detalla Leveque.

En agosto del año pasado marcaron otro hito con la adquisición a la peruana Graña y Montero de la firma de servicios CAM, que tiene presencia a nivel latinoamericano y que durante los próximos doce meses será sometida a un proceso de integración con la unidad que Engie ya poseía. Porque la empresa busca ampliarse a nuevas áreas, tal como ya lo hicieron en el sistema de transporte capitalino, y la gran minería y clientes industriales de altos consumos aparecen como los principales objetivos.

Durante 2018 suscribieron 14 contratos con clientes libres, entre los que figuran firmas como GTD, el aeropuerto de Santiago y Canal 13. “No nos estamos diversificando por diversificarnos. Tenemos una estrategia que mantiene una segmentación limitada, porque desarrollar un producto ad-hoc tiene su costo”, explica el ejecutivo, quien reconoce que pese a todos estos esfuerzos, en el mediano plazo la fuente principal de ingresos de la firma seguirá siendo la producción y el transporte de electricidad.

Retraso de megalínea eléctrica les impide iniciar desconexión de centrales a carbón
Leveque reconoce que uno de los escollos que han enfrentado en esta nueva ruta comercial es el retraso en la entrada de la megalínea eléctrica Cardones-Polpaico, que reforzará el sistema eléctrico entre las regiones de Atacama y Metropolitana, pues permitirá aumentar el tránsito de electricidad desde el Norte Grande, zona donde Engie Energía Chile tiene prácticamente todo su parque de generación, hacia el centro del país, donde está el grueso de estos potenciales nuevos clientes. Este tendido que desarrolla la colombiana ISA debía estar en operación a fines de 2018, pero según ha declarado su gestora esto no ocurriría hasta inicios del mes de marzo.

“El retraso de la línea Cardones-Polpaico nos ha impedido ser más agresivos en la búsqueda de clientes en el centro del país”, asegura Leveque, y agrega que aunque este desfase no tendrá impacto en los resultados de Engie Energía Chile, sí los ha obligado a adoptar medidas de respaldo, como la firma de un contrato con Enel para limitar esa exposición y cubrir parte de los contratos que tienen en la zona central, entre los que figura uno con distribuidoras para abastecer a clientes residenciales que la firma se adjudicó en 2014 a un precio muy por sobre el promedio actual del sistema.

Otro imprevisto derivado de esta demora es la materialización del primer paso en el proceso de descarbonización de la eléctrica en Chile, ya que la desconexión de dos centrales a carbón que están ubicadas en su complejo termoeléctrico de Tocopilla está supeditada a la plena operación de la interconexión de los principales sistemas eléctricos del país y donde la línea Cardones-Polpaico es una pieza clave.

De la mano de la descarbonización y de la idea de diversificar geográficamente sus operaciones, Engie Energía Chile trabaja en el desarrollo de una cartera de proyectos eólicos y solares fotovoltaicos por 1.000 MW de capacidad, de los cuales esperan tener la mitad en condiciones de activar rápidamente su construcción, claro que en el momento en que las condiciones del mercado cambien.

“Hoy hay un gran exceso de energía eficiente en el sistema, hay mucha energía comprometida, muchos proyectos en construcción y la demanda no está reaccionando en paralelo, por lo que no amerita agregar más energía. No tenemos apuro por ejecutar estos nuevos proyectos”, plantea, y añade que lo que sí miran con interés son nuevos proyectos de transmisión y la definición de los servicios que van a complementar la intermitencia de las fuentes renovables, donde las centrales a gas natural pueden volver a ganarse un espacio.

(El Mercurio)

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