(CHILE)
- En el tercer encuentro sobre esta temática organizado por DSC, los participantes subrayaron que a nivel local ya se están desarrollando planes piloto de electromovilidad, pero sólo ligados al transporte de pasajeros, ya que para el área de producción no existen en Chile vehículos adecuados para las faenas mineras.
Cuando se habla de electromovilidad son varias las alternativas que se están desarrollando en el mundo: desde los vehículos cien por ciento eléctricos hasta más recientemente también, aquellos que incorporan el uso de hidrógeno al proceso. Sin embargo, lo cierto es que a nivel comercial la oferta disponible es principalmente de “city cars” y de transporte de pasajeros, ya que todo el trabajo que se está realizando en el área de vehículos de mayor tonelaje e incluso de maquinaria, se encuentra aún en etapa de prueba de prototipos.
La mayor complejidad técnica que impone la minería, en cuanto a potencia del motor, autonomía de funcionamiento y las condiciones extremas en las que tienen que operar estos vehículos, es la principal razón para que el desarrollo de la electromovilidad en este sector se esté viendo retrasado. Sólo a modo de ejemplo, y siempre considerando una comparación dentro del segmento eléctrico, un “city car” necesita una potencia de 100 KW/HR y un bus de 320 KW/HR, mientras que un vehículo minero tiene un requerimiento de 2,6 Mega Watts por hora.
Es por esta razón que la integración de la electromovilidad a las faenas mineras en Chile se encuentra no sólo en una etapa muy incipiente, sino que además, directamente supeditada a lo que está actualmente disponible en el mercado automotriz local, concluyeron los participantes de la tercera mesa de trabajo sobre esta temática organizada por DO! Smart City (DSC).
La instancia, que ya ha sesionado en dos oportunidades, se reunió esta vez en la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), y contó con la participación de representantes del sector púbico, del sector privado y de la academia, para tratar específicamente el tema de la incorporación de la electromovilidad en la minería.
En el encuentro participaron: Maryline Daviaud, Business Development Director; y Craig McNulty, Project Management & Construction, ambos de la empresa Black and Veatch; Antonio Sánchez, Profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la USM y Director del Programa de Electromovilidad Minera de la USM; Javier Pereda; Profesor Asistente del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica; Verónica Martínez, Investigadora en Transición Energética de Codelco Tech; y Gianni Pimentel, Delivery Integration Manager en BHP. Moderó Patricio Valdivia, Director alterno y Director de Transferencia Tecnológica del Programa de Electromovilidad Minera de la USM.
Perspectiva Empresarial
Sobre la experiencia de Codelco con la electromovilidad, Verónica Martínez entregó detalles acerca del plan piloto que está desarrollando la minera estatal para incorporar una flota de vehículos eléctricos al transporte de sus trabajadores hasta las faenas mineras. En esta primera fase cuentan con 6 vehículos bajo un sistema de monitoreo que les está permitiendo reunir información sobre kilómetros recorridos, eventos de carga, energía consumida y rendimiento, de tal manera de poder determinar la autonomía que requieren dichos vehículos para cumplir sus funciones.
Agregó que en una segunda etapa del proyecto van a incorporar buses de transporte de trabajadores y al menos dos vehículos de producción en mina subterránea, donde más que los kilómetros recorridos lo que importa es el nivel de autonomía que les permita mantener una operación constante. Hay que tener en cuenta – subrayó – que cuando se trata de producción minera, la incorporación de la electromovilidad estará necesariamente definida por criterios económicos ya que las faenas no se pueden detener a esperar que los vehículos se recarguen.
Por su parte, BHP está también probando un piloto con vehículos eléctricos para transporte de pasajeros, aunque con un mayor énfasis en la seguridad de sus trabajadores y en busca de minimizar los accidentes en ruta. Por ello, se han inclinado por vehículos que además de ser eléctricos cuenten con dispositivos que les permitan un frenado automático, sensores para mantener una distancia con otros automóviles y para evitar atropellos.
Respecto de las dificultades que han encontrado para poner en marcha este programa, Gianni Pimentel, Delivery Integration Manager de BHP, señaló que el principal obstáculo es la limitada oferta de vehículos eléctricos del mercado automotriz local, “lo que nos ha obligado a retrasar las pruebas programadas y cambiar a vehículos convencionales a la espera de que el mercado cuente con unidades que cumplan con sus requerimientos”, concluyó.
Los asistentes al encuentro valoraron las experiencias compartidas por los expositores, las que sirven para poner en perspectiva temáticas como el de la infraestructura de carga, que habrá que abordar en un plazo más breve del previsto para posibilitar que la eletromovilidad sea una realidad en Chile.
En ese sentido, Matias Vogel, Subgerente de Negocios del Grupo Saesa, señaló a DSC que ellos ya están trabajando en el tema en sus zonas de concesión y observan con mucho interés cómo la industria minera está potenciando al mercado para desarrollar el ecosistema de la electromovilidad en Chile.
ELPT